En una decisión sorprendente que ha captado la atención de los medios deportivos y los aficionados por igual, la Major League Soccer (MLS) se ha separado del comisionado Don Garber, citando su apoyo a las manifestaciones de los jugadores durante el himno nacional, que algunos describen como una promoción de la postura de rodillas “consciente”. La salida de Garber marca el final de una carrera de 25 años en la que ayudó a transformar la MLS de una liga incipiente a un actor importante en los deportes de América del Norte. Sin embargo, su postura sobre la expresión política y las protestas de los jugadores durante los partidos ha provocado tensión, que culminó en este importante cambio de liderazgo.
Según informa *Goal.com*, la decisión de la MLS de despedir a Garber se basa en su apoyo a permitir que los jugadores se arrodillen durante el himno nacional como una forma de protesta por la justicia social. Este movimiento, iniciado inicialmente por el jugador de la NFL Colin Kaepernick, se ha expandido desde entonces a muchas otras ligas deportivas de todo el mundo, donde los jugadores y los equipos han mostrado su solidaridad con la causa de la igualdad racial y social. Sin embargo, en los últimos meses, la actitud de la liga ante estas protestas ha provocado una reacción negativa entre un segmento de los aficionados y las partes interesadas de la MLS que sienten que tales acciones politizan el deporte.
En una declaración a *Goal.com*, Garber abordó la controversia y afirmó: “Apoyamos todas las protestas en las que se arrodillan los jugadores durante el himno. Nuestra liga siempre ha defendido la inclusión y el respeto por la libertad de expresión, y eso se extiende a nuestros jugadores cuando deciden protestar pacíficamente”. Enfatizó que los jugadores deberían tener la libertad de expresar sus creencias, pero esta postura ha creado división dentro de la liga y entre su base de fanáticos. Algunas partes interesadas, incluidos los propietarios de los equipos y una cantidad significativa de fanáticos, han expresado sus preocupaciones, creyendo que la MLS debería centrarse estrictamente en el fútbol en lugar de convertirse en una plataforma para causas políticas.
Garber, quien se unió a la MLS en 1999, es ampliamente reconocido por el notable crecimiento y éxito de la liga. Bajo su liderazgo, la liga se ha expandido de 12 equipos a 29, con planes de crecimiento continuo, y ha visto aumentos significativos tanto en la participación de los fanáticos como en los ingresos por televisión. Sus iniciativas han ayudado a elevar la visibilidad y la calidad de la liga, atrayendo talento internacional y asociaciones que han fortalecido la reputación de la MLS en el escenario del fútbol mundial. Su largo mandato también vio la introducción de nuevos estadios específicos para el fútbol, inversiones en academias juveniles y la creciente competitividad de la liga con las ligas internacionales.
Sin embargo, el reciente debate sobre la práctica de arrodillarse durante el himno y las manifestaciones políticas relacionadas ha creado una división dentro de la comunidad de la MLS. Según *Goal.com*, una facción de propietarios de equipos y aficionados expresó su preocupación por lo que vieron como un estímulo por parte de Garber a las políticas “conscientes”, creyendo que la liga debería centrarse únicamente en el fútbol en lugar de convertirse en una plataforma para causas sociales o políticas. Según se informa, este sentimiento se ha fortalecido en los últimos meses, en particular porque otras ligas han enfrentado problemas similares por las protestas de los jugadores y las expresiones políticas durante los partidos.
Por su parte, Garber sostuvo que los jugadores tienen derecho a expresarse y expresar sus creencias de manera pacífica. En entrevistas anteriores, afirmó que la MLS debería ser una liga que respete las libertades de los jugadores y reconozca su influencia como modelos a seguir y figuras públicas. Sin embargo, esta postura ha entrado en conflicto con algunos aficionados y partes interesadas de la MLS que prefieren una separación clara entre el deporte y la política, en particular en el contexto de símbolos nacionales como el himno.
En los últimos meses, la postura de Garber sobre el tema ha suscitado críticas de quienes sostienen que los gestos políticos durante los partidos corren el riesgo de alienar a una parte de la afición de la liga. Algunos aficionados incluso han pedido un boicot a los partidos de la MLS, lo que puede haber contribuido a la decisión de la liga de rescindir el contrato de Garber en un esfuerzo por apaciguar a quienes prefieren una experiencia de visualización “libre de política”. A pesar de estas preocupaciones, los partidarios de Garber sostienen que su enfoque inclusivo ha fomentado un entorno positivo en la liga y que su despido supone un paso atrás en esta postura progresista.
Mientras la MLS busca seguir adelante sin Garber, la liga enfrenta preguntas sobre cómo manejará situaciones similares en el futuro. El problema de la expresión política en los deportes no es exclusivo de la MLS; otras ligas alrededor del mundo han lidiado con la manera de equilibrar las libertades de los jugadores con las preferencias de sus diversas bases de fanáticos. La salida de Garber podría indicar un cambio hacia un enfoque más conservador hacia las expresiones políticas, pero también deja espacio para la especulación sobre si el próximo comisionado mantendrá el legado de tolerancia de Garber o buscará un enfoque más tradicional.
Para los aficionados y seguidores de la liga, la salida de Don Garber pone de relieve las complejidades de gestionar una liga deportiva en el clima social actual. La MLS se enfrenta ahora al reto de nombrar a un nuevo comisionado que pueda abordar estas cuestiones y, al mismo tiempo, preservar el éxito y el crecimiento de la liga. Según *Goal.com*, algunos expertos creen que la liga podría aspirar a elegir a un líder con un enfoque más neutral en cuanto a la expresión política. Este cambio de liderazgo podría influir potencialmente en la imagen y las políticas de la MLS en los próximos años.